El reconocido consultor Alejandro Sangenis develó para Infobae las claves de comunicación del flamante Papa, quien en apenas unos días de pontificado logró cautivar al mundo. Análisis del encuentro con Cristina Kirchner y el mensaje para Argentina
El periodista y consultor comunicacional Alejandro Sangenis
Crédito foto: Adrián Escandar
El arzobispo argentino Jorge Bergoglio consiguió a solo diez días de transformarse en el papa Francisco lo que a muchos pontífices les lleva años o nunca logran: conquistar la devoción de los miles de millones de católicos y la simpatía de una buena parte del planeta secular o practicante de otras religiones.
La sencillez y afabilidad del flamante líder de la Iglesia Católica contrastan con la solemnidad de su inmediato predecesor, el ahora papa emérito Benedicto XVI, incapaz en ocho años de un pontificado catalogado como ultraconservador de despertar la simpatía de los fieles, quienes no se mostraron especialmente afectados cuando éste anunció su renuncia al ministerio de Obispo de Roma el pasado febrero aduciendo cansancio físico.
Para hablar de este fenómeno, Infobae invitó al histórico editor de la revista Gente y actual asesor comunicacional de empresarios y políticos Alejandro Sangenis, que analizó las razones por las cuales Francisco se convirtió en una de las personas más queridas y admiradas en el mundo.
-¿Cómo puede explicarse el alto nivel de adhesión que registra el nuevo Papa incluso entre quienes no son católicos? ¿Qué ha logrado transmitir que conmovió tanto?
El papa Francisco ha resultado ser uno de los grandes fenómenos de comunicación de todos los tiempos. A muy poco de asumir su rol de Papa, cuando sale esa primera vez a la Plaza San Pedro a hablarle a la gente, con un solo "buona sera, siamo qui", ya encandiló a toda la grey catolica, a 1.200 millones de personas. Pero tambien a muchísimos no creyentes, a mucha gente que lo miraba con escepticismo, que venía observando una Iglesia que creían estaba en retroceso con respecto a la misión que originalmente tenía. El papa Francisco ha demostrado ser alguien que cautiva y fascina con su forma de hablar, con su expresión no verbal, con su lenguaje corporal. Estamos ante la presencia de alguien que trae recursos que pocas veces se han visto y que forman un verdadero fenómeno de comunicación.
-¿Y por qué es tan efectivo Francisco? ¿Cree que es innato su talento para la comunicación o es algo ensayado?
Yo tuve la oportunidad de entrevistrarlo a Bergoglio como cardenal en el Arzobispado, y eso que los comunicadores llamamos “bonding”, ese vinculo comunicacional, es algo que en él parece hipernatural. Él tiene una naturaleza muy tranquila, muy sosegada, pero aun así también muy estudiada. Hay que recordar que Francisco proviene de la Compañía de Jesús, que es gente que desarrolla un estudio realmente muy profundo de la teología, pero también de cómo se comunica esa teología. Es tan fuerte ese vínculo que ellos establecen con su creencia, con Dios, que logran transmitirlo de una manera muy natural.Él calibra su comunicación, la cambia y adopta su manera de expresarse al estilo papal. No es casual que su forma de expresarse empiece a parecerse a la de Juan Pablo II. Así que si bien tiene un estilo muy natural, tambien lo calibró para su nuevo estilo comunicacional como Papa.
-¿Cuáles serían las claves comunicacionales de Francisco?
Dentro de lo no verbal, él abre los brazos, que significa inclusión, imitando de alguna manera la figura de la Virgen María que tiene las palmas abiertas. Si uno lleva eso a la política, alguien que abría mucho los brazos era Perón. Todos los grandes comunicadores, hasta Julio César en la Antigua Roma, supieron intuitivamente que era así, y en ésta época es algo que los líderes estudian. También al cerrar las manos que van despues al rezo, una vez que se juntan las dos palmas, es inclusion de partes, dos partes antagónicas que él une. Desde la programación neurolingüística, es un mensaje de confianza y de unidad. Muy sutil, pero aquel que está ducho en la comunicación no verbal, como lo están Barack Obama y Bill Clinton por ejemplo, lo sabe emplear. Otra manera de comunicarse de Francisco es sentándose al lado de la persona, nunca enfrente. Se puede ver esto cuando recibió a nuestra Presidente, a la presidente de Brasil, a los demás dignatarios, o a las personas a las que les tiene afecto, nunca pone un obstáculo comunicacional como un escritorio, una tarima, y en la mente del otro entra directamente como alguien que abraza, que reciba con afecto desde el corazón.
-Usted entrevistó a varios de los líderes mundiales más importantes del último siglo, desde el Dalai Lama hasta Bill Clinton y Nelson Mandela. ¿Encuentra similitudes entre el estilo de Francisco y el de alguna de estas figuras?
Yo establecería un paralelo entre Bergoglio y Mandela. Al ir a su encuentro cuando asumía el gobierno de Sudáfrica despues de años de apartheid, de haber estado 27 años encarcelado por los blancos, el primero que me recibe de su séquito era un tipicoredneck, un afrikáan, que en ese momento era su mano derecho, su jefe de prensa, demostrando con eso su capacidad de perdonar. Y lo primero que hace Mandela cuando llegás, lo mismo que hace Bergoglio, es abrirte la puerta, tomar el abrigo que se encargan de colgar ellos mismos, servirte el café. Y siempre se refieren primero a la persona de menor jearquía laboral, al portero o a los mozos. Eso lo vimos ahora en el caso de Jorge Bergoglio con los trabajadores sociales que recibió allá antes que a su propia familia. Mandela al asumir, en el 95, su familia le cuestiona el perdón a sus carceleros, y le costó su vinculo familiar; Bergoglio no llevó a su propia familia a la asunción. Son gestos muy fuertes.
-Hablemos de la reunión que mantuvo Francisco con Cristina. ¿Qué lectura hace de ese encuentro?
Esta reunión entre el papa Francisco y la presidente Cristina Fernández de Kirchner es histórica y representa desde lo comunicacional algo muy interesante, si tomamos en cuenta el lenguaje no verbal, porque a los dos se los notó congruentes. Esto es algo clave, que coincidan tus gestos y lo que decís verbalmente, y a ambos se los vio congruentes en tratar de lograr una reconciliación. Fue un oasis comunicacional, se los vio a los dos esforzándose para dar un mensaje fuerte, y pienso que Francisco, conociendo sus formas, quiso demostrar el afecto que se tiene por una sobrina que hay que retar un poquito, pero que se recibe con cariño y que se tiene esperanzas de que cambie para bien. Yo haría un parangón con la ópera Evita, cuando ficcionalmente se encuentran el "Che" Guevara y Eva Perón y bailan un vals. Son dos personajes que no fueron contemporáneos en sus momentos históricos de funciones, pero que representan mucho en lo ideológico y en lo mitológico, y la unión de ellos es importantísima para transmitir y concretar ciertos mensajes de paz.
-Algunos expertos adviertieron que es mucho más fácil cambiar el estilo papal que cambiar el Vaticano, tarea que se señala como imprescindible. ¿Usted cree que Francisco será capaz de contagiar la sencillez y la decencia que viene demostrando como Papa a la institución?
Yo estoy confiado en que sí. El mensaje de Francisco al subirse al colectivo con los cardenales fue: “Nosotros estamos juntos en esto, yo solo no voy a poder, juntos vamos a poder", y eso se transmite. Todo líder sabe el efecto que tiene sobre sus iguales y en toda la comunidad.
-¿Y ese mensaje podrá viajar hasta la Argentina?
Por supuesto que ese mensaje de paz de unidad que está emitiendo Francisco desde que salió a la ventana a decir “Me fueron a buscar al fin del mundo”, es una forma de llegar a su propio país. Recibir a la Presidente, establecer una agenda que empieza por Brasil pero indudablemente seguirá por Argentina, el primer Papa latinoamericano con el gigante regional, uno de nuestros socios más importantes, es empezar a manejar geopolíticamente una agenda que por supuesto a los argentinos nos llega. Y también en lo espiritual, porque uno lo ve en la calle, en la gente, hay una sensación de alegría y bienestar en la gran mayoria del pueblo argentino, y de respeto entre los escépticos.
-¿Cree que justamente esa facilidad para inspirar y comunicar fue decisiva en su nombramiento como Papa?
Yo creo que el reconocimiento de la Iglesia de esta capacidad de comunicación de Francisco fue fundamental para su elección como Papa, por el hecho de que la Iglesia viene de un período muy difícil después del mandato de Juan Pablo II, un hombre con un carisma extraordinario. Quien vino después, Benedicto XVI, impuso un estilo totalmente diferente y tal vez su mayor falla fue la comunicacion. Entonces encontrar un hombre que transmita esa pureza de espíritu, y que tuviese la capacidad de proyectarla hacia todos, católicos y no católicos, fue decisivo en ese cónclave para que por casi unanimidad dijeran “este es el hombre de Dios en la Tierra".
-¿ Y por qué Joseph Ratzinger, Benedicto VXI, no "enamoró" a la gente?
Ratzinger no logró enamorar porque si bien era un hombre muy formado en la parte teológica, impecable en su conocimiento, muy leal a las normas que dicta la Iglesia desde tiempos inmemoriales, vivió una contradicción con los tiempos que le tocó liderar. Venía de un papa hipercarismático como Juan Pablo II y tuvo que enfrentar una serie de problemas, una serie de temas que se fueron presentando, y no se sintió ni con la fuerza ni con la capacidad para hacerlo. Porque no siempre el que está más capacitado desde lo intelectual tiene también los recursos de liderazgo. Y Ratzinger quedó demasiado asociado a un papel casi burocratico. Un hombre honesto, muy capaz, pero para nada el hombre destinado a liderar el cambio que el mundo y la Iglesia necesitan.
El reconocido consultor Alejandro Sangenis develó para Infobae las claves de comunicación del flamante Papa, quien en apenas unos días de pontificado logró cautivar al mundo. Análisis del encuentro con Cristina Kirchner y el mensaje para Argentina
El periodista y consultor comunicacional Alejandro Sangenis
Crédito foto: Adrián Escandar
El arzobispo argentino Jorge Bergoglio consiguió a solo diez días de transformarse en el papa Francisco lo que a muchos pontífices les lleva años o nunca logran: conquistar la devoción de los miles de millones de católicos y la simpatía de una buena parte del planeta secular o practicante de otras religiones.
La sencillez y afabilidad del flamante líder de la Iglesia Católica contrastan con la solemnidad de su inmediato predecesor, el ahora papa emérito Benedicto XVI, incapaz en ocho años de un pontificado catalogado como ultraconservador de despertar la simpatía de los fieles, quienes no se mostraron especialmente afectados cuando éste anunció su renuncia al ministerio de Obispo de Roma el pasado febrero aduciendo cansancio físico.
Para hablar de este fenómeno, Infobae invitó al histórico editor de la revista Gente y actual asesor comunicacional de empresarios y políticos Alejandro Sangenis, que analizó las razones por las cuales Francisco se convirtió en una de las personas más queridas y admiradas en el mundo.
-¿Cómo puede explicarse el alto nivel de adhesión que registra el nuevo Papa incluso entre quienes no son católicos? ¿Qué ha logrado transmitir que conmovió tanto?
El papa Francisco ha resultado ser uno de los grandes fenómenos de comunicación de todos los tiempos. A muy poco de asumir su rol de Papa, cuando sale esa primera vez a la Plaza San Pedro a hablarle a la gente, con un solo "buona sera, siamo qui", ya encandiló a toda la grey catolica, a 1.200 millones de personas. Pero tambien a muchísimos no creyentes, a mucha gente que lo miraba con escepticismo, que venía observando una Iglesia que creían estaba en retroceso con respecto a la misión que originalmente tenía. El papa Francisco ha demostrado ser alguien que cautiva y fascina con su forma de hablar, con su expresión no verbal, con su lenguaje corporal. Estamos ante la presencia de alguien que trae recursos que pocas veces se han visto y que forman un verdadero fenómeno de comunicación.
-¿Y por qué es tan efectivo Francisco? ¿Cree que es innato su talento para la comunicación o es algo ensayado?
Yo tuve la oportunidad de entrevistrarlo a Bergoglio como cardenal en el Arzobispado, y eso que los comunicadores llamamos “bonding”, ese vinculo comunicacional, es algo que en él parece hipernatural. Él tiene una naturaleza muy tranquila, muy sosegada, pero aun así también muy estudiada. Hay que recordar que Francisco proviene de la Compañía de Jesús, que es gente que desarrolla un estudio realmente muy profundo de la teología, pero también de cómo se comunica esa teología. Es tan fuerte ese vínculo que ellos establecen con su creencia, con Dios, que logran transmitirlo de una manera muy natural.Él calibra su comunicación, la cambia y adopta su manera de expresarse al estilo papal. No es casual que su forma de expresarse empiece a parecerse a la de Juan Pablo II. Así que si bien tiene un estilo muy natural, tambien lo calibró para su nuevo estilo comunicacional como Papa.
-¿Cuáles serían las claves comunicacionales de Francisco?
Dentro de lo no verbal, él abre los brazos, que significa inclusión, imitando de alguna manera la figura de la Virgen María que tiene las palmas abiertas. Si uno lleva eso a la política, alguien que abría mucho los brazos era Perón. Todos los grandes comunicadores, hasta Julio César en la Antigua Roma, supieron intuitivamente que era así, y en ésta época es algo que los líderes estudian. También al cerrar las manos que van despues al rezo, una vez que se juntan las dos palmas, es inclusion de partes, dos partes antagónicas que él une. Desde la programación neurolingüística, es un mensaje de confianza y de unidad. Muy sutil, pero aquel que está ducho en la comunicación no verbal, como lo están Barack Obama y Bill Clinton por ejemplo, lo sabe emplear. Otra manera de comunicarse de Francisco es sentándose al lado de la persona, nunca enfrente. Se puede ver esto cuando recibió a nuestra Presidente, a la presidente de Brasil, a los demás dignatarios, o a las personas a las que les tiene afecto, nunca pone un obstáculo comunicacional como un escritorio, una tarima, y en la mente del otro entra directamente como alguien que abraza, que reciba con afecto desde el corazón.
-Usted entrevistó a varios de los líderes mundiales más importantes del último siglo, desde el Dalai Lama hasta Bill Clinton y Nelson Mandela. ¿Encuentra similitudes entre el estilo de Francisco y el de alguna de estas figuras?
Yo establecería un paralelo entre Bergoglio y Mandela. Al ir a su encuentro cuando asumía el gobierno de Sudáfrica despues de años de apartheid, de haber estado 27 años encarcelado por los blancos, el primero que me recibe de su séquito era un tipicoredneck, un afrikáan, que en ese momento era su mano derecho, su jefe de prensa, demostrando con eso su capacidad de perdonar. Y lo primero que hace Mandela cuando llegás, lo mismo que hace Bergoglio, es abrirte la puerta, tomar el abrigo que se encargan de colgar ellos mismos, servirte el café. Y siempre se refieren primero a la persona de menor jearquía laboral, al portero o a los mozos. Eso lo vimos ahora en el caso de Jorge Bergoglio con los trabajadores sociales que recibió allá antes que a su propia familia. Mandela al asumir, en el 95, su familia le cuestiona el perdón a sus carceleros, y le costó su vinculo familiar; Bergoglio no llevó a su propia familia a la asunción. Son gestos muy fuertes.
-Hablemos de la reunión que mantuvo Francisco con Cristina. ¿Qué lectura hace de ese encuentro?
Esta reunión entre el papa Francisco y la presidente Cristina Fernández de Kirchner es histórica y representa desde lo comunicacional algo muy interesante, si tomamos en cuenta el lenguaje no verbal, porque a los dos se los notó congruentes. Esto es algo clave, que coincidan tus gestos y lo que decís verbalmente, y a ambos se los vio congruentes en tratar de lograr una reconciliación. Fue un oasis comunicacional, se los vio a los dos esforzándose para dar un mensaje fuerte, y pienso que Francisco, conociendo sus formas, quiso demostrar el afecto que se tiene por una sobrina que hay que retar un poquito, pero que se recibe con cariño y que se tiene esperanzas de que cambie para bien. Yo haría un parangón con la ópera Evita, cuando ficcionalmente se encuentran el "Che" Guevara y Eva Perón y bailan un vals. Son dos personajes que no fueron contemporáneos en sus momentos históricos de funciones, pero que representan mucho en lo ideológico y en lo mitológico, y la unión de ellos es importantísima para transmitir y concretar ciertos mensajes de paz.
-Algunos expertos adviertieron que es mucho más fácil cambiar el estilo papal que cambiar el Vaticano, tarea que se señala como imprescindible. ¿Usted cree que Francisco será capaz de contagiar la sencillez y la decencia que viene demostrando como Papa a la institución?
Yo estoy confiado en que sí. El mensaje de Francisco al subirse al colectivo con los cardenales fue: “Nosotros estamos juntos en esto, yo solo no voy a poder, juntos vamos a poder", y eso se transmite. Todo líder sabe el efecto que tiene sobre sus iguales y en toda la comunidad.
-¿Y ese mensaje podrá viajar hasta la Argentina?
Por supuesto que ese mensaje de paz de unidad que está emitiendo Francisco desde que salió a la ventana a decir “Me fueron a buscar al fin del mundo”, es una forma de llegar a su propio país. Recibir a la Presidente, establecer una agenda que empieza por Brasil pero indudablemente seguirá por Argentina, el primer Papa latinoamericano con el gigante regional, uno de nuestros socios más importantes, es empezar a manejar geopolíticamente una agenda que por supuesto a los argentinos nos llega. Y también en lo espiritual, porque uno lo ve en la calle, en la gente, hay una sensación de alegría y bienestar en la gran mayoria del pueblo argentino, y de respeto entre los escépticos.
-¿Cree que justamente esa facilidad para inspirar y comunicar fue decisiva en su nombramiento como Papa?
Yo creo que el reconocimiento de la Iglesia de esta capacidad de comunicación de Francisco fue fundamental para su elección como Papa, por el hecho de que la Iglesia viene de un período muy difícil después del mandato de Juan Pablo II, un hombre con un carisma extraordinario. Quien vino después, Benedicto XVI, impuso un estilo totalmente diferente y tal vez su mayor falla fue la comunicacion. Entonces encontrar un hombre que transmita esa pureza de espíritu, y que tuviese la capacidad de proyectarla hacia todos, católicos y no católicos, fue decisivo en ese cónclave para que por casi unanimidad dijeran “este es el hombre de Dios en la Tierra".
-¿ Y por qué Joseph Ratzinger, Benedicto VXI, no "enamoró" a la gente?
Ratzinger no logró enamorar porque si bien era un hombre muy formado en la parte teológica, impecable en su conocimiento, muy leal a las normas que dicta la Iglesia desde tiempos inmemoriales, vivió una contradicción con los tiempos que le tocó liderar. Venía de un papa hipercarismático como Juan Pablo II y tuvo que enfrentar una serie de problemas, una serie de temas que se fueron presentando, y no se sintió ni con la fuerza ni con la capacidad para hacerlo. Porque no siempre el que está más capacitado desde lo intelectual tiene también los recursos de liderazgo. Y Ratzinger quedó demasiado asociado a un papel casi burocratico. Un hombre honesto, muy capaz, pero para nada el hombre destinado a liderar el cambio que el mundo y la Iglesia necesitan.
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